¿Quién es el enfermo?
A propósito del estado de salud del Presidente Piñera,
cabe preguntarse:
¿Quién es el enfermo?
¿El que, en su posición de poder, erra continuamente
en sus decisiones y actuar,
O aquellos que de alguna u otra forma le permitimos
estar ahí?
Dicta un proverbio popular que la culpa no es del
chancho.
Es indudable el sufrimiento que el mal manejo de la
situación ha causado.
Pero, ¿no será que este dolor, como muchos dolores,
nos quiere mostrar un problema mayor?
Pues, el enfermo sólo sabe de su enfermedad cuando
sufre un dolor.
Entonces, ¿el enfermo es uno, o es que vivimos en una
sociedad enferma y, en realidad,
“ese enfermo” es realmente el síntoma de algo más
profundo y peor?
Es que observo una sociedad enferma.
Donde reina el egoísmo.
Donde la competencia y el individualismo son la norma.
Donde el estrés y la depresión imperan libremente
nuestras vidas.
Donde los superficial ha consumido lo realmente
importante.
Donde nuestras emociones y sentimientos,
y todo aquellos que nos define como seres humanos,
ha sido postergado por la técnica, los resultados, el
exitismo, el conocimiento y el poder.
Donde el hombre se ha convertido en el lobo del
hombre.
Somos una sociedad enferma
todos, sin excepción.
E inconscientemente gemimos por sanidad,
buscamos incesantemente por un sanador,
y cuando creemos haberlo encontrado, luego de una
admiración irracional,
esa figura se desmorona por los errores que comete.
No mires al otro como un modelo a seguir, como quien
cumplirá tus expectativas,
tampoco mires para arriba en tu búsqueda.
Más bien mira en tu interior,
ahí donde lo inmanente y trascendente cohabitan en lo
oculto,
donde encontrarás no sólo respuestas,
sino una nueva forma de entender la vida con sus
problemas.
Nuevas preguntas que nos guiarán a
nuevas respuestas, que nos llevarán a gozar de una
vida en armonía
contigo mismo, con los demás, con el medio ambiente y
con el Otro trascendente.
Muchas veces me prugunto si el problema soy yo o con mi esposo, nos preguntamos somos nosotros los equivocados. Excelente reflexión amigo te felicito por este blog. Muchas bendiciones que el Altísimo te de mas sabiduría.
ResponderBorrarMe gusta pensar que todos somos parte del problema, por lo mismo todos debemos ser parte de la solución. Pues si nos posicionamos como "los que están bien", será más probable caer en el juicio a los demás en vez de juntos seguir buscando la forma de reconciliación mutua. Un abrazo
BorrarEstimado Amigo, muy de acuerdo con tus reflexiones, estamos tan inmersos en esta "realidad", querer lograr cosas, tener y tener más... aspecto que no es el foco principal de la vida, al contrario, deberíamos disfrutar de lo simple y esencial que tenemos. Un fuerte abrazo y espero que todos en casa se encuentren bien.
ResponderBorrarEs triste cuando tomamos conciencia de que, como dices, estamos inmersos en este sistema. Y entonces enfrentamos nuevos desafíos: a) seguir la corriente sin más; b) apartarnos del sistema y vivir cual ermitaño; c) querer ser parte de un cambio. Sin duda que pretender cambiar TODO es una utopía, pero sí podemos esforzarnos por querer mejorar nuestro entorno. Un abrazo y gracias por pasar por acá.
BorrarMuy buenas reflexiones. Un saludo
ResponderBorrar"Somos una sociedad enferma todos, sin excepción. E inconscientemente gemimos por sanidad" excelente!!! Gemimos por el diseño original con el cual fuimos pensados. Un diseño sano, lleno de virtudes, que nos inclina a la fuente inagotable de Amor, es decir, a la mano de Aquel q nos cinceló minuciosamente con una identidad y proposito
ResponderBorrarAsí es. Gemimos por una perfecta convivencia con nosotros mismos, con los otros, con nuestro ambiente y con Aquel que lo hace posible.
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