DIÁLOGOS DE FE

 

Momentos antes de ser arrestado, Jesús rogó por la unidad de sus seguidores de todos los tiempos. Sin embargo, hoy esa no es ni la oración ni el deseo principal de muchos de sus discípulos. Mientras algunos temen a la unidad, otros la utilizan como la excusa perfecta de control.

Aquellos que temen a la unidad se han convertido en seguidores de teorías conspirativas (sí queridos, la conspiranoia es previa a la pandemia) señalando que cualquier acercamiento y/o diálogo interreligioso es el camino del Anticristo.

Otros utilizan la unidad como pretexto y así promover una doctrina de ‘uniformidad’. Sin embargo el único fin detrás de dicho adoctrinamiento es el control de los creyentes.

Por lo tanto la unidad no es ni el camino para unir los diversos credos en una sola estructura institucional, ni tampoco se traduce en que todos los creyentes vivamos, pensemos y creamos idénticamente.

Jesús ruega al Padre que sus discípulos sean uno como él es uno con el Padre. Aquí hay una clave de lectura importante para entender la oración por la unidad. Los cristianos confesamos tener un Dios Trino, es decir, un Dios – tres personas.

Les dejo las siguientes preguntas para reflexionar al respecto: ¿Son las tres personas idénticas en personalidad, carácter y propósito? Si así fuera, ¿para que enredarnos con la idea de trinidad? Si Dios es diverso en sus tres personas, ¿por qué nos gusta tanto hacer discípulos bajo un mismo molde, satanizando la diversidad? ¿Por qué pretender que una sola confesión de fe puede englobar íntegra y totalmente a este Dios absoluto y eterno? En tal caso, ¿no se hace necesario dialogar nuestras experiencias de fe para enriquecernos unos con otros?

"Dios da a CADA UNO alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de TODOS." - 1 Co. 12.7