FE CIEGA
La fe cristiana no se sustenta en evidencias. Y está bien que así sea, pues si obtenemos alguna evidencia, alguna prueba que podamos ver, ya no sería fe cristiana.
La fe cristiana es un regalo
ofrecido por medio de la predicación de la Palabra, es decir, por medio de lo
que oímos, no de los que vemos (e-videncia).
La fe cristiana es certeza y
convicción de lo que esperamos y, por lo tanto, no vemos. Así que si
encontramos evidencias que nos permitan poseer la fe, deja de ser fe, o al
menos deja de ser fe cristiana.
Observo con cuidado a
aquellos que ponen todas sus fuerzas en la búsqueda de evidencias que sustenten
su fe. Me pregunto, ¿dónde tienen puesta su fe? ¿En la evidencia o en la
predicación de Jesucristo?
La fe cristiana no requiere
evidencia. La fe cristiana es un don que podemos recibir sólo al oír el
Evangelio. Y al oírlo podemos decidir recibirlo y cree o no.
¿Una fe ciega? Por supuesto,
pero jamás sorda.
¿Quieres aumentar tu fe?
Presta oído a lo que el Logos de Dios
nos dice en su Evangelio.
“¡Creo! ¡Ayuda mi
incredulidad!”
Mr.
9.24
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